Camina alma mía, recuéstate en la cama, acomodate, relajate sobre la almohada,
sueña sus miradas. Espera con impaciencia que la luz te de su aura, espera paciente el brillo que resalta.
Y mientras la noche pasa y la pasión se desata, dentro de tu cuerpo escapa un suspiro por tu amada, ooh! mi alma porque no defines de una vez con calma que harás para conservarla.
No!, imposible lo has visto, soportar que su corazón hacia otro vaya, y sin embargo no puedes alcanzarla.
Dímelo a mi! Dímelo a mi! mi corazón reclama, tenerte en mi pecho caliente, inquieto y lleno de amor mis brazos te ofrecen protección, yo solo quiero un poco de amor.
Mas al final se ha escrito que cada vez que trato de alcanzarte, estas mas lejos, tal vez así fue desde el principio cuando fui cazador, cuando fui príncipe, cuando fui mendigo, y estabas y no estabas. Esta vez, en este tiempo es igual pero no es definitivo y si mil vidas tengo que vivir por ti mil vidas las vivo.
(solo es una idea vaga que se me vino a la mente esta noche no me importa la ortografía, ni lo demás)

Ándele Daniel, muy bueno. "y estabas y no estabas", me gusta, me gusta. Saludos
ResponderEliminar